Soy una mamá de 37 años que se niega a pensar que la vida es solo una rutina en la que una persona se levanta va a tu trabajo convencional, en el que le pagan cada mes una nómina que le da justo para pagar facturas y poco más.
Está todo el año poniendo moneditas en una hucha para poder permitirse unas pequeñas vacaciones cuándo tú el jefe decide y llega a casa tan cansad@ que no tienes ganas ni tiempo de jugar con sus hijos ni mirarse al espejo.
¿Tú qué opinas?